Restaurantes cerca de Estadio Carlos Ugalde Alvarez

La experiencia siempre es incomparable, pero la atención de Andrea hizo que el momento fuera fuera de este mundo. Si bien es cierto que todos los empleados son extremadamente atentos, buenos, profesionales y amabilísimos, Andrea es una pieza clave en su equipo. Está altamente preparada en temas de menú, ingredientes de platos y bebidas, cultura gastronómica e información historia del edificio. Además del lado humano es una persona sensible y adorable, que en conjunto con su profesionalismo a la hora de atendernos, hace que la vivencia sea realmente especial. Da mucho gusto contar con ella en un sitio que ya en sí es maravilloso. Bravo por su trabajo. Con respecto al restaurante, todo es perfecto. El ambiente la estética, el ambiente el menú los precios los sabores la atención la calurosa atención de todos los empleados. En fin. Seguiremos visitando. Un lugar 20/10.

Luego agradable y acogedor, precios medianamente altos, pero se ajusta a la experiencia y servicio.

Llegamos al restaurante, los trabajadores en general nos dieron una cálida bienvenida. Al sentarnos en las sillas, notamos que eran incómodas, se sentían como sin soporte en la sentadera-el lugar tiene que revisar esto. Pedimos agua de la casa, el pichel de vidrio venía lleno de marcas de dedos lo cual se veía bastante mal. Nos recibieron con 2 copas de vino espumante de la Casa de cortesía por nuestro aniversario, ese fue un lindo detalle, sin embargo el mesero no sabía servir vino y regó el vino al servir cada una de las copas. También pedimos vino tinto y las copas que nos dieron eran diferentes, no eran iguales ( copas de vino tinto, parecía una de blanco o 2 copas de juegos diferentes de copas-pedilos el mismo tinto ambos). El servicio puede es la nota baja del lugar, realmente puede mejorar y los meseros ser más atentos para el alto perfil de comida que se sirve en el lugar que es exquisita, pero bajo puntos por la falta de entrenamiento de los meseros. Sugiero incluso un asesoramiento en ese sentido porque dista mucho de la calidad en relación al lugar donde se come qué es de los mejores restaurantes del país. Esto lo vi a nivel general en los meseros: no saben servir el plato, copas, postre, etc. ( se sirve a un lado de la persona sentada y se retira por otro) -en general sí explican el plato pero demasiado cerca de los comensales. La genialidad del chef debe ir acorde con la "experiencia restaurante" ya que en nuestro caso vamos a un restaurante de ese nivel por ambos factores.

Fui por desayuno, estuvo bien. Sin embargo lo más sobresaliente fue el postre, recomiendo pedir el cheesecake. Por otro lado, la comida en sí, estuvo bien en relación con los precios que manejan!

El Rufino está ubicado cerca De la Iglesia de La Fortuna. Un ambiente cálido, con un servicio espetacular. Amigable y profissional. La comida muy buena, para nosotros la mejor que tuvimos en esa zona. La carta de vino excelente! Los precios de los vinos no son baratos, pero eso passa en toda la Costa Rica.